Quiero enamorarme, quiero casarme, quiero ser una mujer virtuosa. Una buena novia, para algún día ser una buena esposa. Pero que sucede cuando te das cuenta que eres una mujer llena de defectos y lejos de ser la mujer de Dios que deseas o debes ser.

Tengo que admitir que soy una mujer celosa, desconfiada, con carácter fuerte, que se enoja rápidamente. Y claro lo sé que no son cualidades, si no algo que trabaja en mi contra. Y aunque sé que el Señor me ha llenado de dones y tengo cosas buenas, ay días que me entristezco y digo como me va amar alguien con todos estos defectos?!

Si esto también te ha sucedido a ti lo primero es pensar que Dios nos ama a pesar de nuestros defectos. Dios no nos ama por ser buenos o por lo que hacemos sino porque él es bueno y por lo que el hiso.

*No eres la única con estos defectos

*Aunque somos cristianas en algunas de nuestras vidas ha habido situaciones en que nos ha cambiado y nos hecho más duras de carácter

*El que te ama no solo mira tus defectos sino también tus virtudes y lo valorizara

Claro no es justificación de tus actitudes. Si tú sabes que esto es un problema y algo que no te gusta de ti misma, porque no tratar de arreglarlo y cambiarlo

Leía algo que decía la mujer que vive llorando, quejándose, criticando, y regañando llena su casa con veneno y amargura.

Pero cómo cambiar? Si yo he sido así toda mi vida y no cambiare.

Dios es el único que puede transformar.

Y solo recordar y leer la palabra nos ayudara a ser más como Dios desea. La oración es clave porque nos ayuda a estar más cerca de Dios.

Proverbios 14:29

El lento para la ira tiene gran prudencia, pero el que es irascible ensalza la necedad.

Eclesiastés 7:9

No te apresures en tu espíritu a enojarte, porque el enojo se anida en el seno de los necios.

1 Corintios 3:3

Porque todavía sois carnales. Pues habiendo celos y contiendas entre vosotros, ¿no sois carnales y andáis como hombres?

Para concluir no hay que aferrarnos al sentimiento de tristeza pues nadie es perfecto solo Cristo, solo tratemos de ser una mejor persona todos los días.

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” (Romanos 12:2)

-Beatriz